miércoles, 22 de agosto de 2012

RUTA AL PICO DE LA CUEVA Y CUEVA DE LA MORA (SIERRA DE QUILAMAS)

Durante unos cuantos años, cada verano, hemos hecho la ruta de ascensión desde Linares de Riofrío hasta el pico Cervero, cumbre más alta de la sierra de Quilamas, situada a 1.463 metros de altitud, pero siempre, desde que tuvimos conocimiento de su existencia, estaba ahí presente la cueva de la Mora, por ello, esta vez nos informamos por internet para organizar la ruta, que se puede hacer desde varios sitios y nos pusimos a ello. Nosotros decidimos emprenderla desde el pueblecito de La Bastida, situado en la falda suroeste de dicha sierra.
La primera parte de la ruta transcurre por pista forestal, bordeando un pinar de repoblación para después coger una empinada subida por un cortafuegos repleto de piedras sueltas que dificultaba aún más la subida, bordeamos un enorme conjunto de rocas altas y afiladas, denominadas “la buitrera”, sin duda, debido a la gran cantidad de buitres que por allí anidan, y que ya sobrevolaban nuestras cabezas, después de un buen esfuerzo, llegamos a las rocas que son cumbre del pico de la cueva a 1.433 metros de altitud, nos hicimos las pertinentes fotos de cumbre con la bandera de ALCER (que me dio Carmelo para tal fin) y después de reponer un poco de energía descendimos hacia los cortantes rocosos en busca de la entrada de la cueva, impresionante el paisaje, y abajo el imponente valle de Quilamas, por el que transcurre el arroyo del mismo nombre buscando las aguas del Alagón por la zona de Valero.
Encontrar la entrada de la cueva nos llevó un rato debido a la gran cantidad de rocas y riscos que hay, pero una vez que la encontramos, mereció la pena, es una oquedad bastante amplia a la que se accede mediante una sencilla trepada, al fondo de esta primera antesala se encuentra otro agujero, semitapado por unos tablones y que desciende vertical hacia las profundidades, aquí estuvimos un buen rato, disfrutando de los bonitos paisajes, con la sierra de Francia al fondo, también aprovechamos para comer puesto que se estaba fresquito y al rato una vez descansados emprendimos el regreso a través del mar de chimeneas de piedra hasta salir hacia la mitad del cortafuegos que antes habíamos subido para después desandar el camino por la pista forestal hacia La Bastida, donde habíamos dejado el coche.
La cueva de la Mora es un lugar mágico del que se cuentan historias y leyendas, quién sabe si realidad o ficción, y que aprovecho para animar a la gente que le guste el senderismo y la naturaleza a que vaya a conocerla porque sin duda merece la pena.

(GRACIAS A TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE ALTRUISTAMENTE DONAN ORGANOS PORQUE SIN ELLOS NO SERIA POSIBLE)







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