lunes, 13 de junio de 2011

“Donar órganos es algo altruista porque quizás mañana lo necesites tú”


La asociación Alcer reclama a las administraciones que no recorten sus ayudas y un transporte único para enfermos renales
España vuelve a ser el país del mundo con mayor número de donantes por habitante. El contexto económico y social ha restringido la solidaridad en otros países de Europa, pero no en España y mucho menos en Salamanca, donde el año pasado se registró la mejor cifra de donaciones desde que hace tres décadas se pusiera en marcha la unidad de trasplantes.
La asociación Alcer tiene buena culpa de esta mayor concienciación social. Su presidente en Salamanca, Francisco Carmelo Martín, destaca el efecto de las campañas que llevan a cabo, lo que ha permitido ir avanzando en el tratamiento con unidades también en Béjar y Ciudad Rodrigo. “La gente piensa que una vez trasplantada ya está curada, y no es cierto”, asegura. Por eso, desde la asociación se ponen en marcha actividades, ayudas y apoyo ante cualquier necesidad. Actualmente son 300 socios, con unos 150 pacientes en diálisis, debiendo realizar un tratamiento tres días a la semana, unos cuatro o cinco horas cada jornada en función de la persona.
Juan Miguel es uno de tantos trasplantados que gracias a la solidaridad de otra persona puede disfrutar de una segunda oportunidad. Los avances científicos y tecnológicos contribuyen a una mayor calidad de vida, pero la ayuda nunca es suficiente. Sin embargo, la atención sanitaria todavía precisa más medios humanos y materiales. Javier Diego estuvo cuatro años con diálisis y sabe bien los trastornos que las carencias del servicio acarrean cada día a muchos salmantinos en su misma situación.

El problema del transporte

Sobre todo en la zona de Las Arribes, lo que supone dos horas de viaje, las cuatro o cinco de tratamiento, y otras dos para regresar, siempre y cuando no haya que hacer turnos para recoger a pacientes de otras enfermedades. Por eso, Alcer solicita un transporte único para enfermos renales y que se tengan en cuenta los casos particulares. Hace veinticinco años el transporte era individualizado, pero para ahorrar dinero la administración empezó a implantar el transporte colectivo. “Pasamos de un extremo a otro”, explica el presidente de la asociación.
Y es que en la sanidad también se nota la crisis. Este año, Alcer ha tenido que sacar a la calle huchas para poder afrontar el mantenimiento de los servicios con que cuenta tras el recorte de las ayudas por parte de las administraciones, de manera total la Diputación y a la mitad la Junta, siendo el Ayuntamiento el único que las ha mantenido sin recorte alguno.
Para paliar estas carencias de la administración, la asociación Alcer pone a disposición de los pacientes un centro de descanso en la calle Volta. Y, sobre todo, reclama que no cese el apoyo. No sólo familiares y amigos de trasplantados tienen por qué preocuparse de esta enfermedad. La donación no tiene barreras, prueba de ello son los más de 22.000 donantes en Salamanca. Pero los recortes de las ayudas por parte de las administraciones obligan a un esfuerzo suplementario.
“Esta enfermedad o cualquiera que requiere un órgano nos puede alcanzar a cualquiera, nadie está libre de ello y nunca sabes cuándo te puede ocurrir, es algo altruista porque quizás mañana lo necesites tú”, explica Francisco Carmelo Martín. En la voluntad de todos está que España y Salamanca sigan liderando el ránking mundial de la solidaridad.

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