viernes, 31 de agosto de 2012

RUTA A CASTIL DE CABRAS (SIERRA DE QUILAMAS)

Francisco Javier Diego Lopez  (Trasplantado renal)
Una ruta más, y ya van tres, esta vez también por la sierra de Quilamas pero ahora partiendo desde San Miguel de Valero, otro de los bonitos pueblos serranos de Salamanca, ubicado en lo alto de una planicie a casi mil metros de altura.
En esta ocasión éramos cuatro los senderistas, tres chicos y una valiente chica, que ya sabe cómo nos las gastamos cuando nos aventuramos por la sierra y siempre, o casi siempre, nos salimos del guión marcado y andamos más de la cuenta, pero bueno, tiene mucha paciencia y merece un monumento.
Un monumento tan singular y bonito, en mi opinión, como el que le dedica el pueblo a Rodrigo, último rey godo, y a su amada Quilama, que da nombre a toda esta sierra y este valle, agreste, precioso y enigmático.


Cuenta la leyenda que allá por el siglo octavo, Rodrigo, acosado por las mesnadas moras, huyó de Toledo, capital por entonces del reino, junto a Quilama, hija del Conde Don Julián, que no quería que se casara con él, trayéndose consigo el grandioso tesoro de Alarico, un rey godoanterior que había conquistado otros pueblos, incluso había saqueado Roma y había logrado reunir una gran cantidad de riquezas.
Rodrigo mandó construir una fortaleza en lo alto del pico Castillo, montaña situada en un lugar estratégico y por lo tanto inexpugnable de este mismo valle donde se ocultarían del acoso de los musulmanes y del conde don Julián, que aliado con ellos, buscaba sin descanso a su hija, y la leyenda también dice que viéndose  ya derrotado se ocultaron en la cueva de la mora, de ahí el nombre, que se encuentra en la falda del pico de la Cueva, otra de las montañas que circundan el valle. Parece ser que dicha cueva comunicaba con la fortaleza  por una serie de túneles y pasadizos que él ordenó excavar, y una vez que huyeron, taparon la entrada y no lograron encontrarlos.
La leyenda dice que aún en nuestros días el tesoro de Alarico sigue escondido en las entrañas de alguna ladera de este valle, en alguna cámara, aún por descubrir de la cueva, que no está, parece ser, explorada por completo.



 Nuestro objetivo para este día era caminar primero por pista forestal y después por un estrecho sendero hasta el paraje Castil de cabras, llamado así por estar situado junto a un arroyo del mismo nombre, de frías y cristalinas aguas que descienden por la ladera del pico Cerverovertiginosamente, formando cascadas, hasta juntarse con el río Quilamas, en lo más profundo del valle. En este paraje hay también unos corrales de piedra donde antiguamente guardaban las cabras, y en lo alto delescarpado risco que lleva el mismo nombre, hay restos de un pequeño castro celta ya en muy malas condiciones y desde el que se divisa una vista espectacular de todo el valle hasta morir en el pueblo de Valero que divisamos a nuestra izquierda, a lo lejos.

Al rato de salir de San Miguel de Valero y todavía cami-nando por la pista forestal, nos topamos a nuestra izquierda con otro pico, denominado del Porrejón, que decidimos subir para contemplar las vistas de esa parte del valle, del pueblo, y de toda la sierra de Béjar y de Francia, claro está, en este alto no podía faltar la consabida foto de cumbre con la bandera de ALCER, como homenaje también a toda la gente que participa y colabora en la asociación y hace posible que tengamos una existencia mejor, y por descontado a todos los donantes que contribuyen con su impagable gesto a que este tipo de aventuras y otras muchas se hagan realidad.
Fueron en definitiva unas horas de ruta que nos han permitido conocer otros nuevos parajes de gran belleza y nos ha dado pie a disfrutar de la naturaleza en estado puro y de la gratificante compañía de las buenas amistades.




jueves, 23 de agosto de 2012

Hoy toca Aniversario

Tal día como hoy, hace 26 años, mi vida cambió. Para bien, para mal.... un poco de todo, pero lo cierto es que ya no volvió a ser la misma. Aquel 23 de agosto de 1986, pase a convertirme en un enfermo renal. Al menos, a ser consciente de ello, porque realmente, lo era desde hacía muchos años atrás, cuando mis riñones comenzaron a atrofiarse hasta desaparecer.
Mi destino en aquellos momentos era ser militar, en el Ejercito del Aire, para mayor precisión. Pero la suerte quiso que a partir de ese día tuviese que replantearme mi vida, comenzar desde cero. Claro, que en aquellos momentos lo que menos me preocupaba era el futuro, puesto que me encontraba en un mar de dudas respecto a mi situación. Solo sabía que tenía una enfermedad muy grave, con un tratamiento complejo y por ello no estaba muy claro que saliese adelante.
La verdad es que la información que recibí por parte del personal sanitario no fue muy explicita. Secretismo, caras raras, y yo que me sentía como un reo al que le estaban leyendo su condena para ser ejecutado al amanecer.
Siguió un largo proceso, con más de dos meses ingresado en el Hospital del Aire, en Madrid, problemas con el ejercito....que se yo.Si en aquel momento, hace 26 años, alguien me hubiese dicho que ahora estaría aquí, escribiendo esto, no me lo hubiese creido. La verdad es que pense que de esa no salía.
Pero aquí estoy, dispuesto a seguir dando guerra, no se cuanto tiempo, pero espero que un poco más. Han sido años muy duros, complicados, con alegrías y tristezas, pero hoy me alegro de poder seguir hacia adelante mientras pueda. Luchando por ALCER, como lo llevo haciendo todo este tiempo, y al que le debo mucho, así como a todas aquellas personas que he podido conocer estos años y han sido positivas en mi vida, de las cuales estoy muy orgulloso. De el resto, ni me acuerdo.
Desde Al menos, un par de semanas más, para poder celebrar el 21 cumpleaños de  mi trasplante.

Pero eso es otra historia...



miércoles, 22 de agosto de 2012

Respuesta a un "indignado"

No es que me guste responder a las acusaciones que me hace la gente, cuando no se dirigen directamente a mi y a la cara, por escrito y visible para mucha gente. No es la primera vez que pasa y supongo que seguirá pasando, pero el que me conozca bien, sabe de sobra que soy una persona abierta, educada y dispuesto a discutir sobre cualquier tema que me afecte como Presidente de ALCER Salamanca, desde hace 17 años.
Pero por desgracia, esta es la única forma que tengo de  responder a un tal "indignado". Espero que mis palabras lleguen a esta persona y se anime conmigo a discutir sobre el tema cara a cara.
La cuestión es la siguiente: un medio de comunicación salmantino "La Gaceta Regional" publicó la semana pasada un artículo sobre la posible desaparición de un turno de diálisis en el Hospital Virgen de la Vega de nuestra capital. El autor del artículo contactó conmigo ántes de publicarlo para ver si yo conocía el tema en cuestión. No tenía ni idea, dado que ni desde la Gerencia del Hospital ni desde el Servicio de Nefrología suelen comunicarnos ningún cambio de este tipo, a pesar de que somos una Asociación compuesta en parte por enfermos renales, entre los cuales me encuentro, y generálmente tenemos que actuar a "toro pasado", cuando los cambios son practicamente una realidad. Eso ha sido así siempre, al menos desde hace 26 años, que son los que conozco mi enfermedad y me temo que lo seguira siendo, porque nuestras peticiones al respecto siempre caen en saco roto.
Eso sí, si hay un problema que afecte directamente al personal sanitario del Servicio, los enfermos son los primeros en conocerlo, para ver si su presión sirve de algo... supongo.
En la versión electrónica de este medio de comunicación se produjeron varias respuestas a la noticia, todas en contra de dicho cambio y de lo mal que esta llevando a cabo su trabajo la Gerente del Complejo Hospitalario.
Pero me llamó la atención una de ellas, sobre todo porque se me mencionaba personálmente. Firmado por un tal "Indignado" decía literalmente: "Han pensado el trastorno que le ocasionan a los enfermos, y el presidente de ALCER flaco favor le esta haciendo a los afiliados de esta asociaicón, debe de ser que el no necesita diálisis."
Tiene toda la razón del mundo. Ese cambio posiblemente, si se produce, será un trastorno para algunos enfermos. También tiene razón en que, afortunadamente, desde hace 21 años no necesito acudir a diálisis. No se si el tal "indignado" la ha necesitado. Yo si, durante cinco largos años. Sobre mis favores a los afiliados  de la asociaicón creo que deberian ser los referidos los que respondiesen si he realizado alguno o no. No me corresponde a mi.
Solo me gustaria, que si estas palabras llegasen a sus oidos, me llamase al 923257140 o me enviase un correo a alcersalamanca@alcer.org y me explicase el porqué de sus palabras, porque por mi parte, veo que esa persona no tiene ni idea de lo que se lleva a cabo en nuestra Asociación y me gustaria explicarselo. Cara a cara, claro.
Francisco Carmelo Martín Rodríguez.
Presidente de ALCER Salamanca

RUTA AL PICO DE LA CUEVA Y CUEVA DE LA MORA (SIERRA DE QUILAMAS)

Durante unos cuantos años, cada verano, hemos hecho la ruta de ascensión desde Linares de Riofrío hasta el pico Cervero, cumbre más alta de la sierra de Quilamas, situada a 1.463 metros de altitud, pero siempre, desde que tuvimos conocimiento de su existencia, estaba ahí presente la cueva de la Mora, por ello, esta vez nos informamos por internet para organizar la ruta, que se puede hacer desde varios sitios y nos pusimos a ello. Nosotros decidimos emprenderla desde el pueblecito de La Bastida, situado en la falda suroeste de dicha sierra.
La primera parte de la ruta transcurre por pista forestal, bordeando un pinar de repoblación para después coger una empinada subida por un cortafuegos repleto de piedras sueltas que dificultaba aún más la subida, bordeamos un enorme conjunto de rocas altas y afiladas, denominadas “la buitrera”, sin duda, debido a la gran cantidad de buitres que por allí anidan, y que ya sobrevolaban nuestras cabezas, después de un buen esfuerzo, llegamos a las rocas que son cumbre del pico de la cueva a 1.433 metros de altitud, nos hicimos las pertinentes fotos de cumbre con la bandera de ALCER (que me dio Carmelo para tal fin) y después de reponer un poco de energía descendimos hacia los cortantes rocosos en busca de la entrada de la cueva, impresionante el paisaje, y abajo el imponente valle de Quilamas, por el que transcurre el arroyo del mismo nombre buscando las aguas del Alagón por la zona de Valero.
Encontrar la entrada de la cueva nos llevó un rato debido a la gran cantidad de rocas y riscos que hay, pero una vez que la encontramos, mereció la pena, es una oquedad bastante amplia a la que se accede mediante una sencilla trepada, al fondo de esta primera antesala se encuentra otro agujero, semitapado por unos tablones y que desciende vertical hacia las profundidades, aquí estuvimos un buen rato, disfrutando de los bonitos paisajes, con la sierra de Francia al fondo, también aprovechamos para comer puesto que se estaba fresquito y al rato una vez descansados emprendimos el regreso a través del mar de chimeneas de piedra hasta salir hacia la mitad del cortafuegos que antes habíamos subido para después desandar el camino por la pista forestal hacia La Bastida, donde habíamos dejado el coche.
La cueva de la Mora es un lugar mágico del que se cuentan historias y leyendas, quién sabe si realidad o ficción, y que aprovecho para animar a la gente que le guste el senderismo y la naturaleza a que vaya a conocerla porque sin duda merece la pena.

(GRACIAS A TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE ALTRUISTAMENTE DONAN ORGANOS PORQUE SIN ELLOS NO SERIA POSIBLE)







miércoles, 1 de agosto de 2012

RUTA DE SENDERISMO POR LA SIERRA

Por Fco. Javier Diego López (Trasplantado renal)
29 de julio de 2012
Como cada verano acostumbro a hacer algunas rutas de senderismo por la sierra con un amigo, a los dos nos encanta perdernos por el campo, hacer unos kilómetros caminando y disfrutar de la naturaleza, la compañía mutua y los bonitos paisajes. Para esta nueva aventura habíamos elegido ascender desde Herguijuela de la sierra hasta el pico Orconera, en el cordal este de la sierra de la Alberca, suponíamos que desde allí arriba las vistas serían espectaculares tanto para el valle del río Alagón como para el valle de las Batuecas, por lo que una vez aparcado el coche en el pueblo, junto a la bonita iglesia, emprendemos la marcha desde la plaza por la calle de Arriba, desde aquí ya todo es subida, primero por un sendero empedrado que es el camino viejo hacia la Alberca y después por una pista forestal. Tenemos que salvar una pendiente de alrededor de 750 metros de altitud por lo que nos llevará tiempo y paciencia. Hacemos una primera parada para fotografiar el viejo molino de Herguijuela y un poco más arriba nos desviamos del camino correcto para adentrarnos por un empinado y sombrío sendero que nos llevará hasta el famoso haya de la Herguijuela, que es el árbol de esta especie situado mas al sur de Europa. Nos hicimos unas fotos y rápidamente retomamos el camino correcto para continuar la ascensión hasta la portilla de la bejarana que es la zona por la que alcanzaremos el cordal de la sierra y desde allí ascender por fin a lo alto del Orconera. Después de varias horas caminando y haciendo alguna pequeña parada para descansar y beber un poco de agua, por fin alcanzamos el collado, flanqueado por enormes rocas a ambos lados, las vistas hacia el valle del Alagón son espectaculares, ya se divisa también parte del valle de las Batuecas y con la inconfundible peña de Francia al fondo, los enormes y majestuosos buitres sobrevuelan nuestras cabezas, por allí también divisamos varias cabras montesas saltando de roca en roca, la última parte de la subida ha sido bastante dura, por un estrecho sendero en zigzag  con una elevada pendiente, por ello, una vez arriba aprovechamos para descansar y comer, y una vez repuestos terminar de ascender hasta la cota máxima.
Después de darnos un merecido descanso y de comer para reponer fuerzas,  decidimos ascender por los roquedos para alcanzar el cordal y desde allí subir hasta el Orconera, esto nos llevará un buen rato y no menos esfuerzo, pero por fin conseguimos alcanzar la cima, desde aquí tenemos visión de 360 grados, y es un regalo para la vista,  vemos multitud de pueblecitos, de montañas y de valles, nos hacemos unas fotos para el recuerdo y empezamos el descenso hacia el pueblo, que se ve chiquitito allá abajo. El retorno lo hacemos por otra parte, primero bajando por una zona rocosa donde vemos más cabras y después,por un cortafuegos muy empinado  que nos dejará en la pista forestal, y desde ahí llegaremos al pueblo.
Han sido unas siete horas y media desde que comenzamos la marcha hasta terminarla que nos ha supuesto un buen esfuerzo pero ha merecido la pena, por lo que deduzco que no será la última marcha de este verano, pronto buscaremos un nuevo reto que intentaremos alcanzar.








Varias imagenes recogidas durante la subida